Venezuela celebrará su 1er Centenario de la Aviación Civil
1er Centenario de la Aviación Civil Venezolana

		
		 
		Un Centenario de Innovación
		Constante…
		Cuando en el año 1912 el piloto norteamericano
		Frank Boland y su avión hicieron su primera aparición en las ciudades de Caracas,
		Valencia y Maracaibo, el ancestral deseo del hombre de imitar a las aves en su
		vuelo había dejado de ser ya simplemente un sueño. La navegación por medio de
		aeroplanos, comenzaba a dar pasos gigantescos en su desarrollo y el mundo
		entero era testigo de un cambio sin precedentes en la historia de la cultura.
		La conquista mecánica del aire era pues, una realidad.
		Atrás en el recuerdo iban quedando
		las todavía recientes y precursoras hazañas de los hermanos Wright, Santos
		Dumont, Bleriot y muchos otros, mientras una pléyade de nuevos acróbatas del
		aire empezaba ahora a regarse por todo el planeta en busca de aventuras y
		tratando de explorar comercialmente en un nuevo invento.
		Indudablemente que volar se había
		puesto de moda. En los periódicos venezolanos de entonces, siempre hubo un
		lugar para las noticias sobre las intrépidas proezas que en Europa y Norteamérica
		se realizaban con las insólitas nuevas máquinas voladoras, las que -a pesar de
		los accidentes que continuamente sufrían- estaban prácticamente convirtiéndose
		en verdaderos espectáculos públicos.
		Tras esos hechos de Boland en
		Venezuela, comenzó la inquietud del presidente de la época, Juan Vicente Gómez,
		de adquirir un avión para el ejército venezolano. El entonces editor del diario
		El Universal, Don Andrés Mata, se sumó al entusiasmo de Gómez y propuso una
		colecta pública para la compra de esa aeronave, naciendo de esa manera la
		aviación militar. Años más tarde, el 19 de Abril de 1943, se dan los primeros
		pasos de aviación unida en Valencia, con la creación de un club de aviadores
		bajo el nombre de “Aeroclub de Valencia” en terrenos de La Guacamaya, donde
		funciona Cerámicas Carabobo,  constituyéndose en la primera pista de
		aterrizaje en ese estado y a cuyo acto de inauguración asistieron más de dos
		mil personas, quienes presenciaron las demostraciones aéreas de un DC-3 de
		Aeropostal y un avión de la Embajada de Estados Unidos.
		En 1946, el Aeroclub de Valencia
		modifica sus estatutos e institucionaliza la Escuela de Aviación Civil en el
		país con dos aeronaves Piper J-3, hoy denominada con el nombre de uno de sus
		precursores, el Capitán Pedro Puerta. Pasando los años con muchas historias,
		anécdotas y cuentos –incluyendo cambio de nombre a “Aeroclub Carabobo”-, se
		mudan para dar acceso a la vialidad de la ciudad y se van a un terreno alterno
		en la zona sur, en la Hacienda La Mariposa, zona de Tocuyito. En 1962, se
		consolida plenamente la asociación y retoman el nombre a Aeroclub Valencia,
		retomando las operaciones luego de un periodo de estancamiento debido a la
		recesión de la época y se van para la Hacienda San Luis, pero el terreno era
		demasiado pantanoso, hasta que deciden trasladarse a la zona que tiempos más
		tarde serviría de emporio industrial, la Zona Industrial Michelena.
		Estos terrenos son comprados en 1977
		por el Aeroclub Valencia a su propietaria Funval, y hoy comparte sus
		operaciones al lado de una pista que también sirve al posterior Aeropuerto
		Internacional “Arturo Michelena”.
		Desde sus inicios en 1943 fueron
		muchas adversidades atmosféricas para los hombres del aire, pues no existían
		radioayudas y sólo se efectuaban vuelos visuales con brújula. Hoy, las
		innovaciones tecnológicas convierten a la aviación en el medio de transporte
		más seguro que existe y ha servido de plataforma para el desarrollo y la
		producción del país. Existen muchos centros de mantenimiento a lo largo y ancho
		del territorio que dan soporte general a casi todas las marcas de aeronaves
		ejecutivas y comerciales, muchos de ellos certificados y aprobados por sus
		fabricantes. El avión o el helicóptero, es el medio ideal que usamos para
		llegar a las zonas mas recónditas y apartadas, y es utilizado necesariamente desde
		cualquier ciudadano común hasta sus mandatarios o jefes de gobierno.
		Hoy Venezuela celebra con un limitado entusiasmo los primeros 100
		años de actividad aeronáutica por la difícil etapa política que vive la nación,
		pero los hombres y mujeres de aviación no se amilanan para continuar por la
		aerovía del progreso y desarrollo que necesitamos. 
