Ana Luisa Branger

Se le considera la primera mujer que en Venezuela se atrevió a ponerse al frente de los controles de un avión.

Ana Luisa Branger, nacida en el Estado Aragua en los comienzos de la década del 20, figura en los récords de la aviación internacional no sólo por su condición de pionera en esta área, sino por la destreza que desplegaba en el oficio, lo cual le permitió desempeñarlo por varios años.

Siguió estudios para piloto de aviación civil privado de segundo grado en la antigua Escuela de Aviación Civil “Miguel Rodríguez”, con sede en la ciudad de Maracay, Venezuela, habiendo obtenido allí el correspondiente diploma.

Fue la primera mujer que se graduó en dicho plantel, que por cierto era el único que funcionaba en la década de los 40. Poco tiempo después la escuela se integró al Centro de Instrucción de Aeronáutica Civil en el aeropuerto de La Carlota, Base Aérea “Generalísimo Francisco de Miranda”.

La Branger, con sus alas venezolanas, realizó vuelos no solamente en Venezuela, sino que sobrevoló zonas del Perú durante algún tiempo. Asimismo, batió dos récords internacionales de altura para aviones livianos en los Estados Unidos.

El primero de esos récords lo implanto en el año 1950. Había partido del “Congressional Airport”, muy cercano a Washington, en vuelo que supervisaban oficiales de la Asociación Nacional de Aeronáutica. Su vuelo tuvo una duración de dos horas y media, desde el momento del despegue hasta el aterrizaje. Los instrumentos llevados en el avión fueron chequeados por el National Bureau of Standard, a fin de establecer oficialmente la nueva marca de altura de 24.504 pies a que llegó Ana Luisa Branger, rompiendo el anterior de 18.999 pies que había alcanzado la aviadora Elizabeth Boselli.

La hazaña de la venezolana hizo que sobre ella recayera la atención mundial, puesto que fue divulgada por la prensa de varios países en forma amplia.

Ana Luisa Branger estableció un nuevo récord internacional de altura para aviones livianos apenas un año después de su primer gran esfuerzo inició el vuelo despegando del Hybla Valley Airport, en Estados Unidos, e igualmente supervisada por la Asociación Nacional de Aeronáutica de ese país.

Entonces alcanzaría la altura impresionante de 26.820 pies, dejando atrás el récord de René Ledue, que había logrado 25.000 pies. Primera página de diarios del mundo dedicaron espacio para la descollante actuación de Branger.

Sirvió inmediatamente de ejemplo a otras mujeres, como Mery Calcaño y Luisa Elena Contreras, quienes también se atrevieron a sobre volar el territorio patrio.

Las dotes de Ana Luisa Branger, sin embargo, no se circunscribían a la aviación, sino que en el campo de la diplomacia también se la tiene como una pionera en Venezuela. Cuando el triunfo en la aviación le llegó, era Agregado Cultural a la Embajada de Venezuela en Washington, con lo cual se igualó con Mercedes Fermín, quien ocupó cargos similares en otros países.

Branger está retirada de toda actividad hoy día, pero su nombre estará siempre en la cúspide cuando se hable de mujeres de arrojo.

Autor: Diario el IMPULSO, Barquisimeto Edo. Lara.